jueves, 10 de septiembre de 2020



                    11 DE SEPTIEMBRE: DIA DEL MAESTRO, DIA DE LA MAESTRA

      Hacemos un poco de historia: Porqué homenajeamos a nuestros docentes? 

    

 

Domingo Faustino Sarmiento

(San Juan, 1811 - Asunción del Paraguay, 1888) Político y escritor argentino, presidente de la República entre 1868 y 1874 y autor de una copiosa producción periodística, pedagógica y literaria, entre la que sobresale su novela Facundo o Civilización y Barbarie (1845).

Su padre, José Clemente Quiroga Sarmiento y Funes, era un soldado veterano de las guerras por la independencia de Argentina, y su madre, que había perdido muy joven a su propio padre, tuvo incluso que vender su vestuario y enseres para poder costearse una casa propia. Hijo pues de una familia humilde, aunque vinculada a las casas más tradicionales y representativas de la ciudad, el pequeño Faustino asistió desde los cinco años a la recién creada Escuela de la Patria, en la que a lo largo de nueve años recibiría su única educación sistemática.

En 1826, con solamente quince años, Domingo Faustino Sarmiento creó su primera escuela en San Luis, en San Francisco del Monte de Oro. Tenía como alumnos a jóvenes de su misma edad e incluso mayores que el maestro; a todos ellos les contagiaría su insaciable curiosidad, su afán de aprender y su pasión por los libros.

En 1831 emigro a Chile, en donde trabajó como maestro, minero y empleado de comercio, En el año 1836 regreso a San Juan, su provincia, en la que fundó una sociedad literaria, un colegio de señoritas y, en 1839, el periódico El Zonda.

En 1845 su prestigio como pedagogo hizo que el entonces ministro y futuro presidente de Chile, le encomendase la realización de estudios sobre los sistemas educativos de Estados Unidos y Europa. Con tal fin viajó por numerosos países europeos y por los Estados Unidos, y de regreso en Chile publicó Educación popular (1848), donde sostiene que la educación primaria y las bibliotecas públicas son el remedio más eficaz para combatir el atraso y la ignorancia.

Con su regreso en 1855 a Buenos Aires se inició la etapa más gloriosa en su destino. Sarmiento se convirtió en editor en jefe del periódico El Nacional y desempeñó sus primeros cargos políticos como concejal (1856) y senador provincial (1857-1861). De hecho, a partir de 1860, la vida de Sarmiento está signada sobre todo por su dedicación a la política activa. Ese año fue designado ministro del gobierno presidido por Santiago Derqui (1860-1861); en 1862 fue electo gobernador de San Juan, y en 1864 1868) ministro plenipotenciario en Estados Unidos. Durante su permanencia en ese país, Domingo Faustino Sarmiento fue elegido presidente de la República (1868-1874).

La contribución más notable de su presidencia fue sin duda su obra educativa. No sólo creó escuelas primarias, sino que auspició nuevos métodos de enseñanza, creó nuevos colegios nacionales; inauguró la Escuela Normal de Paraná. Para Sarmiento, la educación era la base de la democracia, y había que conseguir la cultura del pueblo a cualquier precio. Entre 1868 y 1874, los subsidios para la educación del gobierno central a las provincias se cuadruplicaron. Se fundaron hasta ochocientas instituciones educativas, lo que permitió acoger a cien mil nuevos alumnos.

Sarmiento impulsó asimismo la modernización general del país, promoviendo las obras públicas y las infraestructuras, especialmente las destinadas al transporte (líneas férreas, navegación fluvial, tranvías urbanos) y a las comunicaciones (telégrafos y correos).

 Retirado posteriormente de la política, en 1888 se trasladó a Paraguay, en cuya capital falleció. 

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